Este domingo, Lucca y yo cambiamos nuestro parque habitual, por otro destino más lucrativo. Cambiamos los caballitos por una piscina de pelotas, los columpios por unos colchones, la tierra por unas colchonetas, fuimos a pasar la mañana a un xiquipark. Desde que fue el cumple de su primo Adrià, Lucca ha tenido muchas ganas de regresar al xiquipark, además yo he colaborado en esas ansias por que le colgué en su armario varias fotos tomadas ese día y siempre que le pongo el pijama y ve las fotos, me recuerda que tiene ganas de regresar... Así que nos dimos una excursión y un baño de risas, juegos, caídas, más risas, carreras, saltos, muchas más risas y luego llanto, porque no quería salir para regresar a casa :)
Luego por la tarde montamos el árbol de Navidad, Lucca estaba desesperado por hacerlo, cuando íbamos caminado por la calle y veía las luces y los árboles decía que él también quería. Así que aprovechamos el día y lo montamos los tres juntos. Su madre engalanando por arriba y Lucca rellenando por abajo, poniendo bolitas rojas, azules, regalitos. Se divirtió mucho y cuando lo veía encendido con las luces se extrañó que no saliese música, afortunadamente para nosotros.